Luego de 3 años de pandemia, la tradición del penitente fue revivida, y esta se adaptó a las fiestas de Muertos en Asunción Nochixtlán.
La
tradición del penitente es un recorrido que hace un hombre vestido de negro con
las manos atadas, y recorre los barrios de Nochixtlán, en busca de ofrenda, ya
que es un alma que no tienen familia y recursos, por eso pena por las calles de
este municipio mixteco.
El
penitente es una persona vestida con una túnica de negro que cubre el cuerpo y
el rostro cubierto por una capucha, que de acuerdo a la representación católica
hace alusión a las almas que regresaban del mundo de los muertos para cumplir
alguna manda.
Los
habitantes de Nochixtlán refirieron que esta costumbre toma vida en la época de
Semana Santa, sin embargo, en la Mixteca de Oaxaca se adaptó a la temporada de muertos,
donde las almas en pena recorrían las calles para cumplir con sus penitencias,
en Nochixtlán se hace para pedir para los más necesitados.
Christian
Castellanos, quien representara la vida y muerte de Jesús en el 2024, detalló
que lo primero que se hace en esta tradición es integrar la cuadrilla de 10 o más,
se elige a un hombre joven y robusto a quien se viste con la túnica negra que
lo cubre de la cabeza a los pies, con dos orificios por donde el penitente
puede ver para poder caminar.
Dijo
que “el penitente y su cuadrilla inicia su recorrido casa por casa de su barrio
recolectando frutas y comida que deposita en su canasto que lleva en la
espalda, al final del recorrido la mayor parte de las ofrendas recogidas se las
entregaban a los hombres y mujeres que se encontraban en la cárcel de la
población, al retirar la cárcel de este municipio, lo recolectado es entregado
a la población más vulnerable”.
El dato
Lo
que caracteriza al penitente es su túnica, su canasto de carrizo, la cuerda
amarrada a su cintura y su campanita.
El
penitente sale desde la iglesia y recorre las calles con su cuadrilla, quienes
son los que ayudan a cargar lo que le han dado en los hogares, con el grito “ya
llegamos por la ofrenda”, seguido del sonido de una campana, entonces, los caseros
salen con su ofrenda, para evitar que la cuadrilla del penitente marque su
vivienda con una calavera con ceniza, que significa que es ese hogar no dieron
ofrenda al penitente.
González,
refirió que se busca retomar esta costumbre, con la representación en vivo, donde
hay un grupo de penitentes.
Comentó
que lo recolectando será para grupos de la población las personas de bajos
recursos y centros de rehabilitación.
Detalló
que es un trabajo en conjunto de la parroquia y municipio para rescatar esta tradición
muy nochixteca.
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