‘Vuestros enemigos son los primeros
soldados del mundo; pero vosotros sois los primeros hijos de México’.
Con acto
cívico y la interpretación dela armoniosa y nostálgica ‘canción mixteca’
composición e inspiración del maestro huajuapense don José López Alavés; el
Ayuntamiento del Municipio de la Heroica Ciudad de Huajuapan de León, en
coordinación con la dirección de la Escuela Preparatoria número 3, dependiente
de la Universidad Autónoma ‘Benito Juárez’ de Oaxaca (UABJO), recordaron la
mañana de este viernes 5, el número CLX de gesta Heroica de ‘Batalla de Puebla’.
El escenario
idóneo para conmemorar la extraordinaria y heroica ‘Batalla de Puebla’ ocurrida
el 5 de mayo de 1862, en suelo del vecino Estado de Puebla; fue la plaza de
‘Libre Expresión’ del Parque Independencia de esta ciudad mixteca, con la
participación de los concejales, directores, jefes de áreas, así de
corporaciones de Protección Civil y debomberos y demás personal del
Ayuntamiento; además con asistencia del cronista municipal, licenciado Santiago
I. Santiago Barragán,
El discurso
oficial estuvo a cargo del licenciado en Derecho Omar Estrada Ortiz,
catedrático de la Escuela Preparatoria número 3, dependiente de la UABJO; quien
se pronunció porque las acciones heroicas ocurridas en suelo mexicano, sirva de
ejemplo tanto para funcionarios públicos y de compromisos de la sociedad
mexicana: ‘…que ese ejemplo de compromiso nos sirva a todos, que sea tomado por
todos desde la trinchera que nos toque estar, llámese docentes, estudiantes,
directores, funcionarios, padres o madres de familia, trabajadores…’ expuso.
RESEÑA
HISTÓRICA
Estrada
Ortiz, reseñó que, las primeras horas del 5 de mayo de 1862, el general Ignacio
Zaragoza, con lucidez tranquila y montado sobre su caballo, arengó a sus
tropas: ‘Soldados, hoy vais a pelear por la Patria y yo os prometo que en la
presente jornada conquistareis un día de gloria. Vuestros enemigos son los
primeros soldados del mundo; pero vosotros sois los primeros hijos de México.
Soldados, leo en vuestras frentes la victoria y la fe. Lo que habrá de ocurrir
después será un día de orgullo para nuestra Patria’.
La historia
de nuestra Patria es por sí misma extraordinaria, la manera en cómo se han
entretejido los hilos para darle forma a nuestra Nación, es algo Sui Generis,
acotó el catedrático preparatoriano.
Al tiempo,
puntualizó el orador: ‘para febrero de 1862, y tras el excelente trabajo de
Manuel Doblado, ministro del interior y exterior del gobierno de Juárez, se
firman los Tratados de La Soledad; con ello queda desactivada la triple
alianzas; Inglaterra y España aceptan los términos del gobierno de Juárez para
suspender el pago de la deuda, por lo que pronto se retiran de México, pero
Francia decide no participar de dicho tratado y se queda, su permanencia ya es
una franca declaratoria de intervención militar extranjera y por lo tanto una
causa de declaratoria de guerra.
Francia
tiene otros planes. La Francia imperialista de Napoleón III, ve a México como
un excelente lugar para establecer una colonia y extender su imperio. En tanto,
Juárez -prosigue el orador- ordena que se forme el llamado Ejército de Oriente
cuya, misión será detener el avance francés que tarde o temprano iniciaría. Este
ejército establecería su cuartel en Puebla, paso obligado de los invasores
franceses para llegar a la capital del País, resaltó.
Para finales
de abril de 1862 los ejércitos mexicano y francés se enfrentan por primera vez.
El sitio de la batalla será en las cumbres de Acultzingo. El resultado será
adverso; el ejército mexicano se tiene que retirar, todo se habrá de decidir en
Puebla. El cuatro de mayo de 1862, las tropas francesas llegan a Amozoc y ahí
establecen su campamento. La confrontación es inminente.
Llega el 5
de mayo; el escenario de la batalla será a las faldas de los cerros de Loreto y
Guadalupe, cerros en donde existen dos fuertes militares y desde donde se darán
las órdenes para defender la ciudad de Puebla. El general Ignacio Zaragoza y su
ejército de Oriente esperan a los casi seis mil soldados franceses, subraya
Estrada Ortiz.
Consecuentemente,
cuando son poco más de las nueve de la mañana las tropas francesas se ven a lo
lejos, pero a las 11:15 horas se dispara un cañonazo desde el cerro de
Guadalupe anunciando con ello el inicio de hostilidades, la moneda está en el
aire, la soberbia y la arrogancia se deja ver; han decidido atacar de frente a
los fuertes de Loreto y Guadalupe, es obvio que creen tener todo para ganar. El
ejército francés presenta su artillería y ataca por 40 minutos, sus cañones, ubicados
a dos kilómetros de los fuertes, nunca dan en el blanco.
Tras el
fracaso de su artillería, vendría el enfrentamiento de tropas, el
enfrentamiento cuerpo a cuerpo. El primer ataque es recibido por el cuerpo de
fusilería del general Negrete, el enfrentamiento toma de sorpresa a los
franceses por sorpresa; con el paso de los minutos el ejército francés rompe
filas, se ha desorganizadoy se ven obligados a retroceder.
Se organiza
un segundo ataque francés; es prácticamente medio día, los soldados de élite,
los Suavos, reaparecen; en esta ocasión el ejército francés llega metros de los
muros de los fuertes y la batalla es cuerpo a cuerpo, a bayoneta calada, pero
son nuevamente rechazados y obligados a retroceder. Vendrá el tercer y último
ataque, para este momento los enfrentamientos ya son en las loberas de los
fuertes, las balas de los cañones mexicanos son utilizadas como piedras para
defender el fuerte, artillería de mano. En tanto, la caballería mexicana, al
mando del general Porfirio Díaz, hace un ataque lateral y el ejército francés
nuevamente pierde orden y su espíritu de cuerpo se desvanece, son obligados a
retroceder. El general Díaz, remata la retirada de los franceses y
prácticamente la batalla esta consumada.
A las 5:49
de la tarde, así consta en los archivos históricos de la nación, el general
Miguel Blanco, ministro de Guerra del gobierno de Juárez, recibe de parte del
general Zaragoza un telegrama que reza: ‘Las armas del supremo gobierno se han
cubierto de gloria…el enemigo fue rechazado tres veces. Sírvase usted dar
cuenta de este parte al ciudadano presidente’.
EJEMPLO Y EXHORTACION A PONER EN PRACTICA
TALES VIVENCIAS
La historia,
sostiene el orador Estrada Ortiz, es así de intensa, es así de vibrante; pero
una historia que no se reflexiona no sirve de mucho o nada; una historia que no
se entiende o comprende es estéril. La historia debe ser una fuente de
experiencias y de consejos que alimenten el presente para construir un mejor
futuro, argumentó el catedrático preparatoriano.
Estamos
obligados a tomar las experiencias y vivencias que nos deja la batalla de
Puebla, dijo.
‘Zaragoza,
hoy llamado ‘Benemérito de la Patria en grado Heroico’, por si solo mostró, el
alto compromiso que tenía con nuestra patria, antepuso su situación familiar,
para cumplir con el llamado de responsabilidad que como militar tenía; pues
bien, que sirva de ejemplo, que sea ese mismo nivel de compromiso, nos sirva de
compromiso el que adquieran todos los funcionarios públicos que desde cualquier
instancia de gobierno ejercen el poder público; que ese ejemplo de compromiso
nos sirva a todos, que sea tomado por todos desde la trinchera que nos toque
estar, llámese docentes, estudiantes, directores, funcionarios, padres o madres
de familia, trabajadores’, señalo.
Ignacio
Zaragoza y Miguel Negrete nos enseñaron que las diferencias en la forma de
pensar se pueden superar y que se puede poner por encima de ello el interés del
bienestar nacional; ellos pudieron superar su confrontación ideológica. En
nuestro presente, exhortó Estrada Ortiz, la confrontación no debe ser entre
nosotros, la confrontación debe ser con la pobreza, con la deserción escolar,
con la violación de los derechos humanos, con todo aquello que atenta contra
los valores mínimos de la conducta social y que socavan la buena convivencia
social.
Que el
recuerdo y homenaje que hoy se brinda a los héroes de la batalla del 5 de mayo
de 1862 sirvan de guía a todos los mexicanos; que sus nombres no sean solo
nombres de calles, de escuelas, de bibliotecas, de auditorios; sino sinónimos y
ejemplos vivos de entrega y compromiso, concluyó el abogado y catedrático
preparatoriano Omar Estrada Ortiz.
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