Entre árboles de enebro y cedrón, el viento sopla cálido; es el protagonista de la banda sonora de este paseo en el que las vistas panorámicas son espectaculares para apreciar un cañón; el único reto es superar el miedo a las alturas, pero tras la aventura que implica llegar a estos corredores bioculturales, la recompensa es apreciar con todos los sentidos la naturaleza.
Se trata del sueño cristalizado de un grupo de mujeres que creyeron en ellas, que a pesar de no saber cuánto tardarían en rescatar la zona, continuaron poniendo piedra a piedra los cimientos de lo que ahora pueden disfrutar los turistas que llegan a su comunidad. Ellas mismas, con sus manos morenas quemadas por el intenso sol y la entrega del trabajo diario, forjaron los senderos y diseñaron los recorridos que se pueden hacer en los miradores naturales y dos de cristal.
El grupo de cinco mujeres tan sólo representa a un grupo más grande que trabajó cerca de cinco años en este proyecto para crear la oferta turística de Ñuu Kava, que del mixteco al español se traduce como "pueblo de las cuevas".
"Quisimos sacar esto adelante, porque creemos que si esto funciona y seguimos trabajando, bien podremos proponer una ruta de aquí hasta Juxtlahuaca, para hacer un corredor turístico por la
Mixteca.
La idea es seguir avanzando", comparte una de las señoras, quienes también están preparadas para ofertar al público platillos de la gastronomía local.
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