La reserva natural Yucunitzá fue concebida como un lugar de acceso universal para tener contacto con la naturaleza por ello se generó acceso vehicular para facilitar el ingreso de las personas de la tercera edad y con condiciones físicas limitadas, desde la cima de este cerro milenario los visitantes pueden admirar hermosas vistas panorámicas de la ciudad y el paisaje circundante, por ello se invita a los ciudadanos a que juntos contribuyan a la preservación del “Cerro que florece”.
En este contexto la Dirección de Infraestructuras, dio a conocer que ante del déficit de hasta un 80 por ciento de espacios públicos recreativos en la urbe, en los 50 puntos de gobierno del ayuntamiento que encabeza la Presidenta Juanita Arcelia Cruz Cruz, se contempló y logró mediante una permuta; proteger la cima que comprende siete hectáreas de fauna, flora y patrimonio cultural de la reserva natural Yucunitzá.
Detalló que de manera estratégica esta reserva se sustenta en cinco ejes: histórico que integra los vestigios de los antiguos mixtecos, medio ambiente, en pro de la protección de especies endémicas como la chachalaca, coyote, aves migratorias, entre otras, deportivo como espacio apto para el senderismo, atletismo y ciclismo de montaña.
Cultural integrando aspectos religiosos, de cohesión familiar y como atractivo para visitantes o turistas y económico fortaleciendo la actividad económica de la zona de los siete ranchos así como de las colonias aledañas a este reserva.
Con la finalidad de contribuir al cuidado de la reserva natural Yucunitzá se informa que: el acceso con vehículos será únicamente en los horarios establecidos y será destinado para trasladar a personas de la tercera edad. Los propietarios o encargados de uno o varios perros están obligados a colocarles correa y recoger sus desechos.
Los niños deberán estar bajo el cuidado y responsabilidad de un adulto al permanecer en la cima y durante su recorrido. Los ciclistas deben utilizar el equipo de seguridad adecuado.
Queda estrictamente prohibido: dañar, cortar y marcar la flora, molestar, capturar, remover, extraer, retener o apropiarse de la vida silvestre o sus productos. Encender fuego o utilizar fuegos artificiales, tirar basura o dejar materiales que impliquen riesgo a la flora y fauna.
Consumir bebidas alcohólicas o estupefacientes, así como ingresar en estado de ebriedad o bajo el influjo de cualquier droga, ingresar armas de fuego u objetos punzo cortantes, usar altavoces, radios o cualquier aparato de sonido que altere el comportamiento de las poblaciones silvestres o que impida el disfrute del área protegida de los visitantes.
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