La tradición de las mascaritas, es una danza originaria de la comunidad de San Mateo Etlatongo, Nochixtlán, la cual, se vive en la época de Fieles Difuntos y que se rehúsa a morir.
San Mateo Etlatongo, es muna comunidad ubicada a 8 kilómetros de Asunción Nochixtlán, se caracteriza por el baile de las mascarillas en estas fechas.
Para la festividad de todos los santos y fieles difuntos, el primero y dos de noviembre de cada año, en esta comunidad mixteca, se colocan altares en cada una de las casas, en estas fiestas sale la cuadrilla de mascarillas a bailar cada una de sus figuras, la marcha, la ese, el escondido, la estrella, la granada sencilla, la granada doble, las columnas, las 4 rositas, el molinete y la víbora, culminando con el baile del diablo y la muerte.
El recorrido inicia en la presidencia municipal, de ahí se dirige a todas las casas de la comunidad, casa por casa, piden permiso para ingresar, ya al interior, en el patio les bailan a cada uno de los altares, entre los bailes no falta el picaresco “diablito”, con la máscara los bailarines hacen rimas y bromes, dos días son suficientes para ir por toda la población, recordando a los difuntos y alegrando a los vivos, en cada una de las casas les invitan pan, fruta del altar, en algunas otras viviendas el casero los invita a comer, les dan cervezas o lo que sea su voluntad.
El recorrido concluye en el panteón, la danza dura aproximadamente 2 horas, donde deleitan con su algarabía y la picardeas de los versos que nacen de la inspiración de los viejos, conjuntados con los pasos vigorosos de los jóvenes.
Don Benjamín Méndez Galán, Casto Pérez Avendaño y Gregorio García Cruz , indicaron que esta danza nace en tiempo de da la conquista de los españoles como burla a ellos, se ah transmitido de generación, preservando hasta la actualidad, lo que hace de esta danza un atractivo para todas las edades, logrando que hasta nuestros días pobladores y extranjeros se reúnan en el panteón para observar a la cuadrilla de San Mateo Etlatongo.
Comunidad que se ah distinguido por conservar esta danza a través de generaciones como emblema cultural, que le da identidad a esta tierra, siendo sus habitantes el orgulloso de cuidar la esencia de los antepasados, es así como la danza de las mascarillas ha puesto en alto el nombre de San Mateo Etlatongo, participando en diferentes eventos como las fiestas patronales de las comunidades vecinas como en el festival humanistas, en la fiesta patronal de asunción Nochixtlán, en el zócalo capitalino en vísperas de la Guelaguetza, e Iztapalapa.
Cabe destacar que el contingente de mascaritas, diablos, viejos y muertes, son sólo hombres y esta costumbre se tienen indicios de 1930.
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