La Fiscalía de Oaxaca emitió
una ficha rosa para poder ubicar a Irma Galindo Barrios, activista de 42 años desaparecida en la comunidad de Mier y Terán,
en San Estaban Atatlahuca, quien había denunciado la tala de árboles en esta
zona de Tlaxiaco.
Irma Galindo Barrios,
es defensora del bosque, en el 2019 salió huyendo de la comunidad de Mier y
Terán, luego de que había denunciado
tala de árboles en las comunidades de San Esteban Atatlahuca ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).
En ese mismo periodo, a
través de su cuenta de Facebook dio a conocer amenazas y hostigamiento por parte de las
autoridades municipales y agrarias de San Esteban Atatlahuca, sin embargo, tras
el ataque armado en Mier y Terán, así como en Guerrero Grande y Ndoyonoyuji a
finales de octubre de este año, dio conocer que el conflicto de desplazamiento
de violencia es porque las autoridades de Atatlahuca buscan talar los árboles
de esta comunidades y no por rivalidad entre las localidades.
Galindo Barrios realizó
una publicación el 27 de octubre a través de su cuenta de Facebook, dónde
expone lo complicado que fue apara los habitantes
y defensores del bosque de Ndoyonoyuji, Mier y Terán asistir a la Ciudad
de México, para pedir ayuda del gobierno
federal del conflicto que se vive en San Esteban Atatlahuca.
Sin embargo, la Fiscalía
informó que la activista fue vista por última vez en la zona de Mier y Terán en
la jurisdicción de San Esteban Atatlahuca el 27 de octubre, por lo que pidió la
colaboración de las autoridades y de los habitantes de la zona para ubicarla lo
más pronto posible.
La activista viste pantalón de mezclilla, blusa de manta con grecas con bordados de
color rojo, chamarra tipo gabardina color negro, botines y un sombrero de mezclilla, posee un
lunar del lado izquierdo de la cara a la altura de mejilla, es delgada,
mide un metro con 52 centímetros,
morena de cara delgada, frente chica,
ceja regular, ojos medianos.
Persiste el conflicto
en San Esteban Atatlahuca
El presidente del
Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (CEDHAPI), Maurilio Santiago
Reyes, explicó que son 70 familias de la comunidad de Guerrero Grande a las que
les quemaron sus casas, quienes están viviendo en la iglesia de la misma comunidad
y otras más están en Mier y Terán, en tanto, 16 familias
de Ndoyonoyuji perdieron sus casas y están siendo desplazadas por la violencia,
quienes viven en albergue del INPI en
Tlaxiaco.
Refirió
que 75 familias regresaron a la comunidad de Guerree Grande, pero este retorno se dio de
manera temporal, ya que buscan buscar
sus animales que se perdieron durante el enfrentamiento, pero estas buscaran refugiarse
en otra zona.
Pidió
al gobierno del estado de que se reconozca que existe desplazamiento forzado
por la ola de violencia en esta parte de
la Mixteca.
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