En el marco del 102 aniversario luctuoso del General Emiliano Zapata, es importante considerar que la vida del Caudillo del Sur trascendió más allá de los ideales agrarios y campesinos. Su lucha social la encabezó al mando del ejército Libertador del Sur.
Su ideal fue la libertad en sus diferentes acepciones, libertad exterior, interior, física, psicológica; es la ausencia de cualquier atadura a la: acción, voluntad, pensar y a la expresión.
Zapata cumplió en su momento a cabalidad su compromiso social y ético. Ahora los ciudadanos de este tiempo tienen el deber de continuar con la obra liberadora de Emiliano necesariamente dentro de la ética social y personal con la que el caudillo abordó su vida.
Proceder y actuar de modo contrario lleva a las personas a conclusiones erróneas y falsas, llevando a una involución social, cultural, educativa, moral y a la posible extinción del ser humano como el ser racional y como ser social.
En la historia de la humanidad sobran paradigmas que pueden guiar a la sociedad a construir un mundo mejor en donde vivir y heredar un mundo en que vivirán las generaciones. Emiliano Zapata es un ejemplo a seguir y ser verdad es la mejor manera de honrar su memoria.
Históricamente se afirma que la motivación de Zapata para luchar por la defensa de la tierra, fue observar como su padre lloraba de impotencia, al verse despojado injustamente de sus tierras por los caciques del pueblo y ser testigo de cómo eran tratados los campesinos de esa época.
Trágicamente la misma historia registra, que para acabar con Zapata fue necesario elaborar un plan, el General Pablo González y el jefe del ejército, Luis Patiño, fueron los artífices del proyecto que consistió en hacer creer a Zapata que el coronel Jesús Guajardo había desconocido al gobierno de Venustiano Carranza.
Guajardo le propuso a Zapata entrevistarse para unirse a su causa, Zapata como no se fiaba de las intenciones de Guajardo le encomendó una misión para probar su fidelidad.
La misión consistía en fusilar a 50 soldados federales al mando de Victorino Bárcenas. Guajardo tras obtener el permiso del Presidente Venustiano Carranza cumplió lo pactado. Además, para acabar de demostrar su fidelidad tomó Jonacatepec.
Comentarios
Publicar un comentario