Un día después de la agresión que sufrió por parte del presidente municipal de Santa Lucía del Camino, Dante Montaño Montero, la delegada de los programas federales Bienestar, Nancy Ortiz Cabrera, reconoce que teme por su vida.
“Hubo mucha violencia, mucha agresividad, por parte del munícipe, su grupo de choque y hasta sus policías municipales”.
Sin poder dar crédito aún a la iracunda actitud del munícipe petista en su contra, asevera que todo el tiempo mantuvo informados a los ciudadanos que esperaban su vacuna, de la reprogramación de los días de vacunación; pero todo estaba ya planeado para ir contra ella.
“La noche del miércoles 10, el presidente Dante Montaño me habla por teléfono, de manera prepotente y grosera para reclamarme por qué no iban a llegar las vacunas contra el COVID-19 y que el pueblo estaba muy molesto. Yo le comenté que las vacunas iban a llegar y que sólo se iba a recorrer un día la vacunación Él grabó la llamada por teléfono y luego la subieron a las redes sociales para generar inconformidad y enojo contra mí persona”.
Había sido notificado de vacunas
Comenta que esa misma noche las personas afines a Dante tomaron la carretera frente a las oficinas de Bienestar, incendiaron llantas y automóviles, a pesar de que el munícipe ya había sido notificado por la directora regional de Bienestar en los Valles Centrales, Aída Valencia, de que a las 9:00 horas del jueves 11 se iba a tener una reunión con las once autoridades municipales donde se lleva a cabo la vacunación.
Añade que la noche del 10 trabajó en la oficina de Bienestar hasta las 3:30 horas del jueves y, más tarde, regresó al lugar para la reunión con los presidentes municipales.
“A la misma asisten todos los presidentes convocados, menos Dante Montaño, pero cuando termina la reunión e intento salir de la dependencia para asistir al aeropuerto donde van a llegar las vacunas, un grupo numeroso de personas pretende agredirme e ingresa de manera violentísima a las instalaciones, encabezado por el presidente municipal de Santa Lucía del Camino”.
Señala que en el zafarrancho la gente la insultó e intentó llegar a toda costa hasta donde se encontraba, por lo que tuvo que rescatarla y resguardarla en su oficina.
-Entonces el asunto estuvo realmente fuerte…
-Bastante, bastante.
-¿Temió por su vida?
-Claro, por la mía y por la de los compañeros que estaban en la oficina, porque nosotros estábamos trabajando.
-¿Había ya un comunicado oficial sobre el retraso en la entrega de las vacunas?
-Sí, el día 11 se difundió el comunicado oficial y las razones por las cuales tendría que reprogramarse la vacunación por un día, insisto, por un día.
La funcionaria federal dice que es muy raro que la vacunación se haya suspendido en once municipios y que sólo en Santa Lucía del Camino se registraran estas acciones violentas.
-¿Fue entonces un agresión directa contra su persona?
-Sí y, la verdad, temo por mi vida. Porque la forma en que actuaron fue de una violencia irracional, pero además estaban encabezados por la propia autoridad municipal.
Ortiz Cabrera manifiesta que no tiene ningún conflicto con el presidente municipal Dante Montaño, porque está dedicada a la responsabilidad que le confirió el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, por lo que no comprende la virulencia del reclamo y, sobre todo, la intención de agredirla.
Pidió además que se investigue todo este asunto y se castigue a los responsables, “porque yo no tengo nada que esconder, yo no agredía a nadie y tampoco he cometido alguna irregularidad en la campaña de vacunación”.
“Hubo mucha violencia, mucha agresividad, por parte del munícipe, su grupo de choque y hasta sus policías municipales”.
Nancy Ortiz Cabrera, Delegada de los programas federales Bienestar.
Voz e Imagen de Oaxaca
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