Son días en
donde los vivos veneran a la muerte y entonces los campos se tienen de colores
que van acompañados de un perfume que han dejado aquellos que se han adelantado
en el camino de la santidad.
Así es la
Mixteca, en Palo de Flor en el municipio de Santiago Huajolotitlán , en donde
los agricultores realizan un ritual para que la flor de muerto de vida a los
campo santos , altares , iglesias, casas y todos aquellos rincones de México en
donde la muerte se venera.
Este municipio
que se encuentra a escasos 20 minutos de Huajuapan en los campos se siembra también ejote, pepino, lechuga, tomate y calabaza en
los meses de agosto, septiembre y octubre se logra ver florecer la flor de
cempasúchil o de terciopelo, aquellas que se cortan los días 27 y 28 de este
mes que concluye para poder santificar los panteones.
En Santiago
Huajolotitlán el cultivo de la flor de muerto es una tradición que se tiene
presente desde hace más de 5 décadas, hay distintos tonalidades de
amarillo y un rojo carmesí que permite
la siembra tome un toque especial.
Isidro
Montes Lima, agricultor de flor de
muerto en esta parte de la Mixteca, detalló que desde el mes de agosto
comienzan a preparar el campo para poder pasar la planta a los terrenos, pues,
justo en la última semana de octubre se hace el corte de ambas flores para ser
llevadas en maletas hasta Huajuapan, ahí son ofrecidas al mayoreo a todos
aquellos que vienen de diferentes comunidades para poder dar vida a estas
fiestas.
Fue más de
una hectárea la que tuvo a su cuidado este año, pues, al terminar el corte de
esta planta se prepara una vez más la tierra con yunta para poder sembrar
calabaza, la producción fuerte de este comunidad, mucha de esta es llevada al
centro de la República, ya sea el estado de Puebla, Estado de México, Morelos y
el Distrito Federal, en donde es bien pagada por su alta calidad.
La siembra
dijo representa sin suda un ritual, pues, al levantarse los trabajadores salen de
su casa santiguándose para pedirle a Dios que los acompañe en una dura jornada de trabajo, en agosto,
cuando las lluvias comienzan a arreciar
se depositan en los surcos y se les va dando tratamiento, pues, las que son
consentidas florean en cantidad y las que no recibieron cariño, simplemente no sonríen y se mueren como todo
en este mundo terrenal , ahí lo importante de dar lo mejor en cada jornada de
trabajo.
Sostuvo que
“aquella es la de cempasúchil que el llaman, es la de color amarillo y esta
otro rojo es la de pavo, porque simula al animal que hacemos referencia aunque
la mayoría la conoce como terciopelo por su textura, y es que es un deleite el
poder cosecharla y perder cultivarla, ver estos colores alegran la vida de
cualquiera”.
En el náhuatl, la flor de Cempasúchil significa flor de veinte pétalos es
una planta originaria de México y de Centroamérica, la cual, puede llegar a
medir hasta un metro de altura y sus botones alcanzan los cinco centímetros de
diámetro. Además florece en el otoño --cerca del Día de Muertos--. Se dice que
sus pétalos de color amarillo marcan la senda que deben recorrer los muertos
durante la visita que hacen estos días porque se supone que guardan el calor
del sol y su aroma los llama.
La tradición de llenar las ofrendas
y altares del Día de Muertos, inició en la época prehispánica, cuando los
mexicas adornaban las tumbas de sus difuntos con ramos de pequeñas flores
amarillas llamadas Tonalxochilt, porque creían que poseía la habilidad de
guardar en sus corolas el calor de los rayos del sol, y de esta forma
iluminaría el camino de regreso de sus difuntos, pero con el paso del tiempo la
cambiaron por una flor con más pétalos que sería el Cempasúchil.
De acuerdo con el Servicio
Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) se han detectado 30
variedades de flor de cempasúchil, de las que destacan: Tagetes erecta, Tagetes
patula, Tagetes lunulata, Tagetes tenuifolia. Según datos oficiales, este año
se cultivaron decenas de hectáreas de esta planta en la región Mixteca, por lo
que es una de las épocas en que más lucidos se encuentran los campos de la
región.
Montes Lima , dijo que todas requieren cuidado pero las más delicada es
la de pavo, porque se tienen que alambrar, desenyerbar y durante tres meses se
tiene que estar regando, además de que muchas de estas acaban en la basura.
Enfatizó que “lo que se pasa es que en Todos Santos cuando más se vende
esto , porque es la flor que todos quieren , es la que huele más, es sin duda
el icono de las fiestas de esta época una de las más importantes de esta
demarcación”.
Añadió que los precios por paca o
maleta oscilan entre los 150 y los 200
pesos, por lo que es muy poco lo que lograr recuperar su inversión, sin
embargo, dijo que aunque las ganancias son apenas del 40 por ciento es
necesario seguir preservando esta tradición propia de todo México.
Señaló que son muy pocas las personas que siembran flor de muerto y que
se dediquen a la venta de este producto, pues, ahora esta flor vienen de otras
partes como es del estado de Puebla ,en donde la venden a costos más bajos para
recuperar por lo menos los gastos de traslado.
Enfatizó que es necesario que las personas se acostumbren a consumir lo
local, porqué esto representa el trabajo de decenas de personas quienes
cuidaron de estas flores por tres meses ,quienes ayudar a guiar el camino de
los difuntos a través del olor y quienes arropan a almas del más allá un sutil
abrazo del mundo terrenal.