El
presidente del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indignas (CEDHAPI), Maurilio
Santiago Reyes, dijo que en las comunidades indígenas de la región Mixteca
deambulan redes de tratas de personas, quienes enganchan a familias completas
para trabajar en los campos agrícolas de San Quintín en Baja California.
Santiago
Reyes, especificó que el tema de trata de personas es algo muy complicado,
porque se tocan situaciones escabrosas, pues se está trasgrediendo la intimidad
de las personas, por lo que actualmente se conoce esto como el esclavismo
moderno.
Dijo
que la forma que han detectado que operan estas redes es; que camiones procedentes del norte del país llegan
a localidades indígenas de la zonas de Tlaxiaco, Juxtlahuaca, Putla, Nochixtlán,
Huajuapan y Silacayoapam, en donde se les ofrecen jugoso sueldos para trabajar
en San Quintín, así como alimentación y vivienda , en jornadas cortas, sin
embargo nada de esto es real.
Comentó
que el enganche es que no se les cobrará ni el pasaje, y al llegar a Baja California
los jornaleros agrícolas mixtecos son obligados a trabajar hasta 15 horas al día
en campos, para que posteriormente los obliguen a vivir en galeras, que no cuentan
con ningún servicio, comiendo lo que puedan y descontándoles la vivienda, así
como el pasaje de traslado.
Comentó
que la instancia que él representa tiene detectados muchos casos en donde hay
explotación laboral no sólo de hombres y mujeres, sino también niños, adolescentes
y personas de las tercera edad, en donde existe una esclavitud que muy pocas
veces está siendo denunciada.
Añadió
que muchas de las personas no quieren denunciar este tipo de casos por temor a
sus vidas, pues, está siendo extorsionados, por lo que debe de existir mayor compromiso
de las autoridades para que este tipo de situaciones no sigan existiendo.
Recalcó
que aunque actualmente se están dando a conocer estas denuncias, estos casos han existidos durante décadas y muy poco se ha
hecho, pero ahora son más constantes en localidades, en donde se les promete la
mejorar su condición de pobreza y muchos indígenas son reclutados.
Manifestó
que “parece ser algo que no existe o que estamos muy lejos del esclavismo, en
la región se da mucho que vienen vehículos del Norte del país, sobre todo de
San Quintín, sobre todo California, Sinaloa y Sonora, los contratan para
trabajar en campos agrícolas, pero la realidad termina siendo otra”.
En
este sentido pidió a las autoridades estatales y municipales a alertar a las
familias a no dejarse engañar y evitar ser esclavizados en su mismo país.