A escasos días de que
se celebre la máxima fiesta de los oaxaqueños la delegación de Santiago
Juxtlahuaca se dijo lista los para
presentarse en el segundo Lunes del Cerro de la fiesta racial más importante de
Latinoamérica.
La Guelaguetza es la
expresión cultural más importante del estado de Oaxaca en dónde pueblos de las
8 regiones del estado llevan su música, color, tradición, cultura a las
presentaciones del Lunes del Cerro, en este caso la región Mixteca contará con
la participación del Jarabe Mixteco, la delegación Putla Villa de Guerrero y
Santiago Juxtlahuaca, quienes llevarán lo mejor de cada comunidad.
Santiago Juxtlahuaca posee
la característica de llevar a la Danza de Los Diablos que se vive a la par de la de Los Chareos (danza
también conocida como la danza de los Moros y cristianos). Vestidos con
Chivarra, Saco, mascadas, Mascara de Diablo, con chicote y pañuelo en mano los
Diablos bailan al son de la banda de viento, cuyos bailarines ejecutan sus
coreográficas a ritmo de chilena, en donde se conjuga la muisca de banda,
grupera y la costeña y nace la chilena mixteca.
Es preciso mencionar que Juxtlahuaca participó
con los Diablos en el convite pero para la presentación en la Octava serán Los
Rubios .
En este sentido el presidente municipal
de Santiago Juxtlahuaca, Nicolás Feria Romero, dijo que la delegación de su municipio se estará
presentando en exhibición de la octava
pero en la tarde , sin embargo participaron en los convites de las delegaciones
de La Guelaguetza en la Ciudad de Oaxaca, por lo que de esta manera se cumple
uno de los propósitos más importantes de esta región, llegar más allá de las
fronteras con las danzas de su pueblo.
Cabe referir que estas danzas son uno de los iconos culturales más importantes
de la Juxtlahuaca , pues, no solamente se lleva a la Guelaguetza de Oaxaca,
sino también a los Estados Unidos así como en las fiestas patronales,
mayordomías y en el carnaval o en la fiesta de la carne.
Es preciso
mencionar que en la danza de Los Diablos sólo participan hombres ataviados con
saco, mascadas, chivarras, chicote y caretas de madera con expresiones
diabólicas, quienes bailan al ritmo de la música de viento conocida como
chilena, con la intención simbólica de llevarse al infierno a los moros.