Fuente Voz e Imagen de Oaxaca
Lunes 18 de septiembre. 5:45 horas. Iztel despertaba para abrazar a su pequeño Leonardo, que había nacido dos días antes.
Se encontraba en el hospital general Aurelio Valdivieso. Su ilusión era alistarse para dejar el hospital y regresar a su domicilio junto con su esposo y Sebastián, su otro hijo.
En ese momento, una mujer robusta que portaba una bata blanca y se cubría parte del rostro, llegó hasta ella para decirle que llevaría a su hijo con el pediatra para que autorizara su alta.
“Lo tomó y arropó, me dijo muy rápido que se lo llevaría al pediatra”, cuenta Itzel, quien dice que la mujer revisó una y otra vez el expediente que estaba junto a su cama.
“Ahora reacciono y puedo asegurar que lo que buscaba era la hoja de alumbramiento, pero esa hoja estaba bajo mi almohada, por eso no la encontró”, dice.
Itzel recuerda que pasaron algunos minutos y otra enfermera llegó hasta su cama y le preguntó por su hijo, a lo que contestó que una de sus compañeras se lo había llevado a pediatría.
La enfermera le indicó que a esa hora no estaba el pediatra y por ello era imposible que se lo hubieran llevado, por lo cual comenzó a reprocharle el porqué lo había entregado.
“Ahí comenzaron a preocuparse y buscarlo. Yo me desesperé, no quiero recordar ese sentimiento” menciona.
Con todos sigilo, el personal del hospital comenzó la búsqueda del bebé pero no lo hallaban.
Fue hasta hasta una hora después cuando el papá del bebé fue informado del robo.
Al ser enterados que el bebé había sido sustraído del hospital su primer reacción fue difundir la fotografía a través de las redes sociales de Twitter y Facebook.
En cuestión de minutos, la noticia llegó a todos lados, incluidos los noticiarios, lo que molestó al personal del hospital, ya que habían condicionado a la familia para que no dijeran nada.
Y es que había pasado casi una hora y ninguna corporación policiaca había sido alerta.
El robo del bebé fue difundido por Humberto Cruz en ORO-División Noticias, quien hizo un llamada a la ciudadanía para denunciar a alguna persona sospechosa que llevaba a un bebé en brazos.
La respuesta fue inmediata. Un taxista llamó y dijo que a la hora en que había ocurrido el robo, abordó a dos mujeres que cargaban a un recién nacido cerca del hospital y las trasladó a la colonia Ampliación Santa Lucia.
“Nunca supe quién fue ni de qué sitio, pero donde se encuentre, pido a Dios que le bendiga siempre a él y su familia, por la valentía que tuvo al hablar”, dice Itzel.
“Uno de mis hermanos, el que tomó la fotografía a Leonardo fue quien lo reconoció y prácticamente nos aseguró que se trataba de mi hijo, él y sus amigos que se sumaron a la búsqueda escoltaron la ambulancia de regreso al hospital con el pequeño Leonardo”, precisa.
En ese momento volvió la tranquilidad a ella, que aunque no lo vi hasta en la tarde, fue a las 7:00 horas del día siguiente cundo lo volvió a tener en sus brazos, una vez que se tuvieron los resultados de ADN.
“En un principio sentía mucho odio hacia ello, no podría creer que hubiera gente capaz de tanta maldad. Hoy ya no siento eso, no quiero transmitir ese sentimiento de odio hacia mi hijo. Quiero que paguen por lo que hicieron, para que hagan ese mal otra vez”.
Hoy, Leonardo es un bebé de 7 meses, es la alegría de toda la familia, incluso de los conocidos y vecinos del matrimonio, quienes lo bautizaron como el “Niño Milagro”.
Y es que en una separación, en primera instancia, los menores pueden decidir con quién de los padres desean permanecer, sin embargo, cuando ya se emite una sentencia, el menor queda bajo la patria potestad del padre o la madre, quien está obligado a entregarlo dos o tres días a la semana a la otra parte.
“Ahí es donde se da la sustracción, ya que el niño debe pasar el fin de semana con alguno de ellos y éste decide ya no regresarlo, lo mantiene consigo y generalmente huye”, mencionaron.
En ese caso, el caso se sigue diferente, al menos que el menor esté en grave peligro. En esas situaciones se activa la alerta Amber que está en coordinación con todas las entidades del país.
Un caso como el anterior ocurrió el lunes 26 de septiembre de 2016 cuando Mónica B. C., denunció el secuestro de su hia Azul Zoe G. B, de 2 años de edad cuando la trasladaba a una guardería de la colonia Reforma.
Dijo que un desconocido la había interceptado para llevarse por la fuerza a su hija.
Las policías se movilizaron y horas después la niña fue regresada a su familia y se estableció que se había tratado de un problema entre parejas separadas.
Se encontraba en el hospital general Aurelio Valdivieso. Su ilusión era alistarse para dejar el hospital y regresar a su domicilio junto con su esposo y Sebastián, su otro hijo.
En ese momento, una mujer robusta que portaba una bata blanca y se cubría parte del rostro, llegó hasta ella para decirle que llevaría a su hijo con el pediatra para que autorizara su alta.
“Lo tomó y arropó, me dijo muy rápido que se lo llevaría al pediatra”, cuenta Itzel, quien dice que la mujer revisó una y otra vez el expediente que estaba junto a su cama.
“Ahora reacciono y puedo asegurar que lo que buscaba era la hoja de alumbramiento, pero esa hoja estaba bajo mi almohada, por eso no la encontró”, dice.
El robo
La mujer disfrazada de enfermera era Abigail, quien—según su
declaración—había planeado el robo del bebé para entregarlo a su amiga
Verónica, a quien presuntamente le provocó un aborto.Itzel recuerda que pasaron algunos minutos y otra enfermera llegó hasta su cama y le preguntó por su hijo, a lo que contestó que una de sus compañeras se lo había llevado a pediatría.
La enfermera le indicó que a esa hora no estaba el pediatra y por ello era imposible que se lo hubieran llevado, por lo cual comenzó a reprocharle el porqué lo había entregado.
“Ahí comenzaron a preocuparse y buscarlo. Yo me desesperé, no quiero recordar ese sentimiento” menciona.
Con todos sigilo, el personal del hospital comenzó la búsqueda del bebé pero no lo hallaban.
Fue hasta hasta una hora después cuando el papá del bebé fue informado del robo.
Las redes sociales
Horas después de su nacimiento, Leonardo fue visitado por sus tíos y
primos, quienes le tomaron fotografía para mostrarla a otros miembros de
la familia que no pudieron ingresar.Al ser enterados que el bebé había sido sustraído del hospital su primer reacción fue difundir la fotografía a través de las redes sociales de Twitter y Facebook.
En cuestión de minutos, la noticia llegó a todos lados, incluidos los noticiarios, lo que molestó al personal del hospital, ya que habían condicionado a la familia para que no dijeran nada.
Y es que había pasado casi una hora y ninguna corporación policiaca había sido alerta.
El robo del bebé fue difundido por Humberto Cruz en ORO-División Noticias, quien hizo un llamada a la ciudadanía para denunciar a alguna persona sospechosa que llevaba a un bebé en brazos.
La respuesta fue inmediata. Un taxista llamó y dijo que a la hora en que había ocurrido el robo, abordó a dos mujeres que cargaban a un recién nacido cerca del hospital y las trasladó a la colonia Ampliación Santa Lucia.
“Nunca supe quién fue ni de qué sitio, pero donde se encuentre, pido a Dios que le bendiga siempre a él y su familia, por la valentía que tuvo al hablar”, dice Itzel.
La detención
Esa fue la pista para que un importante contingente de elementos de
la Agencia Estatal de Investigación (AEI) decidieran intervenir y tras
“peinar” la colonia, aproximadamente a las 10:00 horas, lograron la
detención de Abigail y Verónica con el bebé en brazos.“Uno de mis hermanos, el que tomó la fotografía a Leonardo fue quien lo reconoció y prácticamente nos aseguró que se trataba de mi hijo, él y sus amigos que se sumaron a la búsqueda escoltaron la ambulancia de regreso al hospital con el pequeño Leonardo”, precisa.
En ese momento volvió la tranquilidad a ella, que aunque no lo vi hasta en la tarde, fue a las 7:00 horas del día siguiente cundo lo volvió a tener en sus brazos, una vez que se tuvieron los resultados de ADN.
Que castiguen a los responsables
Por medio de las noticias, Itzel se enteró que Verónica y Abigail,
así como un guardia del hospital que sirvió de cómplice fueron detenidos
y la primera sentenciada recientemente.“En un principio sentía mucho odio hacia ello, no podría creer que hubiera gente capaz de tanta maldad. Hoy ya no siento eso, no quiero transmitir ese sentimiento de odio hacia mi hijo. Quiero que paguen por lo que hicieron, para que hagan ese mal otra vez”.
Hoy, Leonardo es un bebé de 7 meses, es la alegría de toda la familia, incluso de los conocidos y vecinos del matrimonio, quienes lo bautizaron como el “Niño Milagro”.
Sustracción de menores
Autoridades consultadas al respecto, indicaron que la sustracción de
menores es común entre las familias separadas que no aceptan la
resolución del juez sobre la patria potestad de los menores.Y es que en una separación, en primera instancia, los menores pueden decidir con quién de los padres desean permanecer, sin embargo, cuando ya se emite una sentencia, el menor queda bajo la patria potestad del padre o la madre, quien está obligado a entregarlo dos o tres días a la semana a la otra parte.
“Ahí es donde se da la sustracción, ya que el niño debe pasar el fin de semana con alguno de ellos y éste decide ya no regresarlo, lo mantiene consigo y generalmente huye”, mencionaron.
En ese caso, el caso se sigue diferente, al menos que el menor esté en grave peligro. En esas situaciones se activa la alerta Amber que está en coordinación con todas las entidades del país.
Un caso como el anterior ocurrió el lunes 26 de septiembre de 2016 cuando Mónica B. C., denunció el secuestro de su hia Azul Zoe G. B, de 2 años de edad cuando la trasladaba a una guardería de la colonia Reforma.
Dijo que un desconocido la había interceptado para llevarse por la fuerza a su hija.
Las policías se movilizaron y horas después la niña fue regresada a su familia y se estableció que se había tratado de un problema entre parejas separadas.